Sueño reparador y ¡adiós pesadillas!

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Sueño reparador y ¡adiós pesadillas!

Cómo combatir las pesadillas y terrores nocturnos en la infancia

Adiós pesadillas
Numerosos estudios científicos y médicos señalan la importancia de un sueño reparador para el correcto desarrollo cognitivo. Dormir bien es crucial en todas las etapas de la vida. Es una necesidad básica para nuestra salud mental, cognitiva y física. Y más aún en edades tempranas. ¿Cómo combatir en los niños las pesadillas y terrores nocturnos? Aunque los dos interrumpen el sueño generando miedo y angustia, hay diferencias. ¡Te lo contamos!

La calidad del sueño del niño revierte directamente en su desarrollo cognitivo y físico. ¿Qué hacer entonces cuando aparecen las temidas pesadillas y terrores nocturnos? 

Sueño reparador

En las pesadillas aparece un sueño terrorífico que termina despertando al niño. El sueño suele suele ser más largo. Una vez está despierto la sensación continúa por un breve espacio de tiempo. Suele ocurrir en la fase del sueño más superficial. Por eso se despierta con más facilidad y se vivencia al final de la noche. Durante este episodio podemos mantener un diálogo con el niño. 

Aunque parezca similar a las pesadillas los terrores nocturnos son diferentes. Pero,  ¿en qué consisten? El niño vive una escena terroríficamente muy angustiado sin llegar a despertarse. Es cierto que la situación supone una alteración mayor, debido a que la dificultad para calmarlo es más costosa. Parece despierto y responde, pero no es capaz de identificar al familiar. Una vez terminado el episodio vuelve a dormirse. Ocurre en la fase más profunda del sueño. Por eso es habitual hacerse presente en las dos o tres primeras horas del sueño. 

Terrores nocturnos

No siempre hay una causa que lo explique, pero sí existen situaciones que pueden estar asociadas: 

  • Momentos  que generan estrés 
  • Visualización de escenas violentas o terror 
  • Excesivo cansancio 

¡Mantened la calma!, si estos episodios son aislados no debe preocuparnos ni debemos asociarlo a que pueda presentar problemas psicológicos. 

La actuación en ambos casos será clave para ayudarle y afrontar este  gran desafío. 

Educar el sueño

Ante las pesadillas

  1. Consolarlo y darle seguridad
  2. Evita hablar demasiado sobre el contenido del sueño 
  3. No es conveniente llevarle a la cama de los padres 
  4. Previo al ritual de sueño evita experiencias que puedan excitar como sustos, historias de miedo, etc. 

Durante los terrores nocturnos, el niño permanece dormido, por lo tanto lo haremos de forma diferente: 

  1. Tener claro que la situación no le produce sufrimiento al niño 
  2. La actuación es limitada, ya que no se obtiene respuesta por encontrarse en fase de sueño profundo 
  3. Evitar despertarlo porque rompería el ciclo del sueño 
  4. Acompañarle hasta dejarlo relajado 

¡Educar el sueño es posible!

Adiós pesadillas

Educar el sueño será una herramienta útil para evitar el exceso de cansancio en padres e hijos. Algunas recomendaciones: 

1. Establece rutinas  pre- sueños tranquilizadoras. Un horario de sueño regular y una rutina antes y en el momento de acostarse pueden ayudar a reducir la frecuencia de terrores nocturnos y pesadillas.

2. Crea un ambiente tranquilo: Asegúrate de que el dormitorio de tu hijo sea un lugar cómodo y tranquilo para dormir. Controla la temperatura, reduce el ruido y utiliza una iluminación suave si es necesario. En las horas previas al sueño hay que evitar actividad de alta energía .

3. Evita contenidos perturbadores antes de dormir: Limita el acceso a programas de televisión, videojuegos o libros que puedan causar miedo o ansiedad antes de acostarse.

4. Ofrece seguridad y consuelo: Cuando tu hijo tenga un terror nocturno o pesadilla, acude a su lado para brindarle consuelo y seguridad. Abrazar, hablar en tono calmado y tranquilizarlo puede ayudar, y mucho. 

5. Evita la estimulación antes de dormir: Evita comidas pesadas, bebidas con cafeína o azucaradas antes de acostarse, ya que pueden aumentar las probabilidades de tener pesadillas. Incluso, tampoco es recomendable que el niño se acueste con hambre. 

6. Mantén un registro: Si los terrores nocturnos o pesadillas son frecuentes, lleva un registro de cuándo ocurren y si hay patrones. Esto puede ayudar a identificar posibles desencadenantes.

7. Mantén los dispositivos digitales fuera de la habitación. 

8. Consulta a un profesional: Si los episodios son graves, persistentes o interfieren significativamente en la calidad de la  vida de tu hijo, considera consultar a un pediatra o un especialista del  sueño. 

sueño reparador ¡Adiós pesadillas!

Recuerda que cada niño es único, por lo que es importante ajustar estas recomendaciones según las necesidades. El cariño y la paciencia de los padres serán clave para establecer hábitos saludables y conseguir que el sueño de nuestros hijos sea reparador y sanador, más allá de las pesadillas y los terrores nocturnos. 

Por Amalia Rodríguez, responsable de Educación Infantil de Attendis 

Amalia Rodríguez, responsable de Educación Infantil de Attendis 

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