Claves para un verano feliz

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Cómo planificar unas vacaciones redondas en familia y a gusto de todos.

Elegir muy bien el sitio de descanso teniendo en cuenta la edad de nuestros hijos y de lo que les conviene en ese momento. En algunos casos se tratará de la sierra, el campo, o la playa. Incluso, si la economía doméstica no nos permite irnos de vacaciones, hay que planear muy bien los días de descanso, para que sean provechosos y no vacíos. El aburrimiento de los hijos en vacaciones es peligroso, así que hay que ayudarles a  descubrir una afición o hobby que les invite a descansar, realizando ocupaciones distintas a las habituales.

Preparar las vacaciones con antelación.

Es importante hablar con los hijos sobre la organización de los días de descanso, para tener en cuenta sus prioridades, sabiendo que la decisión última es la de los padres. No obstante, es conveniente llegar a esta conclusión tras un consenso de toda la familia. Los planes relacionados con la aventura y la diversión son motivos que siempre atraen a los hijos.

Practicar deportes en familia

Paseo en bici, juegos de piscina, senderismo, deportes de equipo, etc. Las actividades al aire libre son muy beneficiosas para toda la familia. Un día de convivencia en el campo puede ser una jornada de descanso y diversión para todos. Los juegos de mesa también constituyen un medio idóneo para pasar un buen rato en familia durante las vacaciones. Además de propiciar la unidad familiar, muchos de ellos agudizan el ingenio y pueden ayudar a estimular el pensamiento lateral (creativo) de los más pequeños.

Organizar talleres de manualidades para los hijos y sus amigos.

Esta práctica es muy divertida cuando las familias se reúnen y los tíos juegan con los sobrinos a “fabricar” objetos. A los niños les gusta mucho hacer cosas que después se puedan llevar a casa como recuerdo de aquellas vacaciones. Objetos de barro, plastilina, o arcilla, así como pintar camisetas con tintes de telas, son algunas de las muchas actividades que se pueden planificar para la diversión de toda la familia. Hay muchas páginas webs en las que podrás encontrar ideas para organizar las manualidades que haréis durante el verano. En Guiainfantil.com, o Conmishijos.com puede encontrar algunos ejemplos.

Planificar un horario diario, flexible y abierto a cambios.

Los niños deben notar que el período de vacaciones es para descansar. Pero no por ello deben percibir que se pueden levantar a una hora tardía o que en un momento determinado puedan hacer lo que les apetezca. Deben saber que en vacaciones también se organizan los días y que el descanso no es una actividad vacía que se relacione con no hacer nada, sino que supone distraerse con actividades que exigen menos esfuerzo.

Las vacaciones son un buen momento para inculcar en nuestros hijos el hábito de la lectura. Para ello, lo primero es que vean leer a sus padres y que se fije en el horario un rato de lectura diaria. En troa.es encontrarás una completa selección de libros para toda la familia, clasificados por edades y temática.

Aprovechar las vacaciones para que nuestro hijo crezca en una virtud concreta o ayudarle a que supere una situación o circunstancia. Por ejemplo, si nuestro hijo de siete años es tímido, podemos animarle a ser más autónomo nombrándole el encargado de ir a comprar el pan todos los días.

verano felizEl período de vacaciones, al disponer de más tiempo, puede ser el mejor momento para enseñar a nuestros hijos una tarea o un encargo determinado. Dependiendo de la edad, será el momento más oportuno para enseñarle a hacer la cama, poner la mesa o doblar su ropa. Así, serán más conscientes de que, con su colaboración, ayudan a hacer de la casa un verdadero hogar.


Artículo original publicado en el número 14 de la revista Signos.

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