La distancia que se alarga en la adolescencia entre madre e hija. Cómo hacer para ganar su confianza
La adolescencia es una etapa de grandes cambios y desafíos, tanto para los jóvenes como para sus padres. Uno de los fenómenos más comunes y a veces desconcertantes es el distanciamiento emocional que puede surgir entre madres e hijas, especialmente cuando estas últimas alcanzan la edad crítica de 13 años, donde piensas, mi hija se aleja de mí.
De repente parece que tu hija ya no te ve como esa madre maravillosa. Tranquila. Se trata de un tiempo propio de la edad. Pronto volverá. Lo importante es estar cerca y escuchar sus cosas, sus batallitas del día a día. Que se sienta escuchada y querida. Si ahora somos pacientes y capaces de escucharla hasta en las cosas más tontas e insignificantes, más adelante, cuando lo necesite, siempre nos va a tener a su lado.
Por qué ocurre este distanciamiento
Cuando las niñas entran en la adolescencia, comienzan a buscar su propia identidad, lo que a menudo implica explorar quiénes son fuera del contexto familiar. Este proceso de auto-descubrimiento puede llevar a las adolescentes a distanciarse de sus madres, quienes tradicionalmente han sido sus principales cuidadoras y figuras de autoridad.
La adolescencia trae consigo un torbellino de cambios hormonales que pueden afectar el estado de ánimo y el comportamiento. Las jóvenes pueden volverse más sensibles, desafiantes o buscar más privacidad, lo que puede ser percibido como un rechazo por parte de las madres.
A los 13 años, muchas jóvenes empiezan a valorar más las opiniones de sus amigos y coetáneos. Esta búsqueda de aceptación externa es una parte normal del desarrollo adolescente y ayuda a formar su sentido de individualidad.
La adolescencia es una época de transición significativa y, aunque el distanciamiento entre madres e hijas puede ser desafiante, es también una parte normal del proceso de crecimiento. Con paciencia, comunicación y comprensión, las madres pueden navegar estos años turbulentos de manera efectiva, fortaleciendo la relación con sus hijas a largo plazo y apoyándolas en su camino hacia la adultez.
4 Estrategias para madres de adolescentes
- Mantener la Comunicación Abierta. Es crucial que las madres intenten mantener abiertos los canales de comunicación, incluso cuando sus hijas parezcan más alejadas. Hacer preguntas abiertas que inviten a la conversación, en lugar de solo sí o no, puede ayudar a las adolescentes a sentirse más cómodas compartiendo sus pensamientos y sentimientos.
- Establecer límites claros. Aunque las jóvenes pueden buscar más independencia, todavía necesitan estructura y límites. Es importante que las madres establezcan reglas claras pero también expliquen las razones detrás de estas, promoviendo así un entorno de respeto mutuo.
- Ser ejemplo positivo. Demostrar resiliencia, empatía y comunicación efectiva puede ser instructivo y reconfortante para las hijas.
- Fomentar la Independencia de forma segura. Permitir que las adolescentes tomen decisiones apropiadas para su edad y experimenten las consecuencias de estas puede promover su crecimiento personal y confianza en sí mismas.
- Estar al unísono con el padre. Mantener un mismo criterio, mensaje y estrategia con el padre. A veces los hijos buscan conseguir un desequilibro en el mensaje de sus progenitores para acabar saliéndose con la suya. Bien por horarios o cosas materiales que desean conseguir.
Cómo recuperar a mi hija
Recuperar la relación con una hija adolescente puede ser un proceso delicado y requiere paciencia y comprensión. Reconstruir una relación no ocurre de la noche a la mañana, pero con esfuerzo y compromiso, puede mejorar significativamente con el tiempo.
- Escucha activamente: Asegúrate de escuchar a tu hija sin juzgarla. Presta atención a lo que dice y cómo se siente, y valida sus emociones. Esto le mostrará que te importa y respetas sus pensamientos y sentimientos.
- Pasa tiempo de calidad juntas: Intenta encontrar actividades que ambas disfruten y pasen tiempo juntas haciendo estas cosas. Esto no solo crea buenos recuerdos, sino que también brinda la oportunidad de hablar y compartir experiencias.
- Sé abierta y honesta: Comparte tus propios sentimientos y experiencias con tu hija. Ser vulnerable muestra que confías en ella y puede fomentar una mayor apertura por su parte.
- Establece límites claros y coherentes: Los adolescentes necesitan límites claros para sentirse seguros. Es importante ser consistente y justo al establecer y aplicar estas reglas.
- Celebra sus logros: Reconoce y celebra los logros de tu hija, sin importar qué tan pequeños sean. Esto le muestra que valoras sus esfuerzos y sus éxitos.
- Pide perdón: Si cometes un error o te equivocas, sé honesta y pide disculpas. Esto enseña a tu hija que está bien cometer errores y que lo importante es cómo se manejan.
- Sé su apoyo: Asegúrate de que tu hija sepa que estás ahí para ella, sin importar lo que suceda. El apoyo incondicional es fundamental para construir confianza.
- Fomenta su independencia: A medida que tu hija crece, es natural que busque más independencia. Apoya su deseo de ser independiente mientras le proporcionas orientación y apoyo.