Abrazos por rabietas 

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Cómo combatir con cariño y de manera efectiva las temidas rabietas de nuestro hijo de dos años 

Rabietas en niños de 2 años

¿Quién no ha pasado por esta situación? Tu hijo de dos años se tira al suelo en una pataleta sin fin por un motivo nimio, insignificante. Si es en casa la cosa es más fácil de gestionar, pero si te pilla en el supermercado, en medio de la calle o en casa ajena, ¿Qué debemos hacer? 

¿Qué son las rabietas?

Las rabietas son explosiones emocionales intensas que los niños pequeños experimentan cuando se sienten frustrados, cansados o abrumados. Durante una rabieta, el niño puede llorar, gritar, patalear, golpear objetos o simplemente colapsar en el suelo en un arrebato de frustración. Es importante entender que las rabietas son una respuesta normal del desarrollo y no son un reflejo de un mal comportamiento.

¿Por qué ocurren las rabietas?

Existen varias razones por las cuales los niños pueden tener rabietas. Uno de los principales desencadenantes es la falta de habilidades para expresar y comunicar sus emociones y necesidades de manera adecuada. Los niños pequeños todavía están aprendiendo a manejar sus sentimientos y pueden sentirse abrumados por ellos. Las rabietas también pueden ser una forma de protesta cuando el niño no logra obtener lo que quiere o cuando se siente frustrado por su incapacidad para hacer algo.

comunicar sus emociones

Además, los cambios en la rutina, la falta de sueño, el hambre y el estrés pueden aumentar la probabilidad de un estallido emocional. También es importante tener en cuenta que cada niño es único y puede haber factores individuales que contribuyan a las rabietas.

¿Cómo podemos manejar las rabietas?

Cuando un niño está en medio de una rabieta, es fundamental mantener la calma y recordar que esto es una fase normal del desarrollo. Aquí hay algunas estrategias que pueden ayudar a manejar las rabietas de manera efectiva:

  1. Mantén el control emocional: es importante que los adultos se mantengan serenos durante una rabieta. Esto puede ayudar a transmitir al niño un sentido de seguridad y estabilidad. Respirar profundamente y recordar que las rabietas son temporales puede ser de gran ayuda.
  1. Valida las emociones del niño: aunque la conducta asociada a la rabieta puede ser desafiante, es crucial validar las emociones del niño. Reconoce su frustración, enojo o tristeza, y hazle saber que entiendes cómo se siente. Esto puede ayudar a que el niño se sienta comprendido y se calme más rápidamente. Un abrazo o un gesto de cariño puede ayudarle a desbloquear esa rabieta. 
  1. Ofrece alternativas de comunicación: ayuda al niño a desarrollar habilidades de comunicación efectivas al enseñarle palabras o frases para expresar sus emociones. Fomenta el uso de «mensajes en lugar de reacciones», alentando al niño a expresar lo que necesita o lo que le molesta.
  1. Establece límites claros: los límites son importantes en el desarrollo de los niños y ayudan a establecer normas y expectativas. Asegúrate de tener reglas claras y consistentes. Establece consecuencias razonables pero respetuosas cuando sea necesario.
  1. Pasa tiempo de calidad juntos: es importante dedicar tiempo de calidad a los niños, tanto individualmente como en familia. Esto puede ayudar a fortalecer el vínculo emocional y reducir las posibilidades de rabietas debido a la necesidad de atención.
  1. Establece rutinas consistentes: los niños se sienten seguros y cómodos cuando tienen rutinas predecibles. Intenta establecer horarios regulares para comidas, siestas, juegos y tiempo de descanso. Esto puede ayudar a reducir las rabietas relacionadas con cambios en la rutina.
  1. Proporciona un entorno tranquilo: crear un entorno tranquilo y seguro puede ayudar a prevenir las rabietas. Evita el ruido excesivo, las luces brillantes y las situaciones estresantes. Asegúrate de que tu hijo tenga un lugar tranquilo para relajarse cuando sea necesario.
  1. Prepárate: si sabes que tu hijo tiende a tener rabietas en situaciones específicas, como en el súper o al momento de irse a la cama, prepárate con anticipación. Puedes hablar con tu hijo sobre lo que va a suceder y establecer expectativas claras. 
Anticipación a la rabieta

Las rabietas como parte de su desarrollo cognitivo

Las rabietas son una parte normal del desarrollo infantil y pueden ser desafiantes tanto para los niños como para los adultos. Sin embargo, comprendiendo su origen y aplicando estrategias efectivas, podemos ayudar a nuestros hijos a desarrollar sus habilidades emocionales y a manejar mejor sus sentimientos. 

Recuerda que la paciencia, el amor y la constancia son clave en este proceso. Como padres es importante acompañar a los hijos en su crecimiento emocional y brindarles un entorno seguro  para su desarrollo.

Por Ana María Cuevas, Responsable de Formación de Infantil y Aurora Hernández Caraballo,  Responsable de Preschool del colegio Las Chapas-Ecos de Attendis en Marbella 

Profesoras de preschool Las Chapas-Ecos

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