Terminan las vacaciones. Deshacer maletas y estamos de nuevo inmersos en la rutina, aún cuando el tiempo todavía es veraniego. Los padres trabajando, los niños en el colegio, pero con mentalidad de verano. Es difícil adaptarse al cambio y conciliar. A los los más pequeños, les cuesta el ritmo y el horario de clases. Y los padres, tampoco lo tenemos fácil para volver a nuestro día a día.
5 tips para entrar en octubre con alegría
- Vive cada día. No te agobies . Vive al día. Si piensas todo lo que te queda por hacer, lo único que conseguirás serás agobiarte y lamentarte. Puede ser útil dedicar unos minutos al día para ver las tareas y planes que tenemos que organizar con los hijos, o en el terreno personal, social, afectivo y profesional. Y centrarnos en eso que hoy nos toca hacer. Mañana, Dios dirá.
- Haz algún plan en familia que os recuerde al verano. El cambio es tan profundo, que no podemos entrar de repente en un estado de rutina absoluto. Tiene que ser poco a poco y en pequeñas dosis. Por eso es bueno introducir detalles en la jornada con sabor a verano: un helado, una limonada, o una visita relámpago a la piscina, si tienes la suerte de tenerla y que esté abierta. Piensa qué cosas puedes hacer. A veces lo más pequeño es lo que nos hace feliz y convierte un día gris en un día para celebrar.
- Sé flexible. Rompe la rutina con pequeños gestos o con detalles que no son propios de un lunes o un martes, simplemente porque se asocian a días tediosos llenos de trabajo. Podemos organizar una cena temática un lunes, dar un pequeño paseo, o tomar un refresco en una terraza. Con niños, el bucle de tareas-baños-cena, podemos romperlo con cierta flexibilidad cuando sea necesario. Podemos acortar los baños por duchas, y organizar una merienda-cena para ver, por ejemplo, una peli en familia. Piensa cómo puedes hacer para ser más flexible en tu día a día.
- Haz partícipe a tus hijos de pequeñas tareas. Nuestros hijos tienen que sentirse como parte importante de la familia. Y como todos, tienen que aportar con su granito de arena. Demos a cada uno su sitio y su encargo. Un calendario organizador familiar nos ayudará a que cada uno visualmente vea su sitio y su manera de servir a los demás en la propia familia. Tener uno en la nevera puede ser muy práctico. O en el lugar de la casa que más nos convenga.
- Delega lo que otros puedan hacer por ti. Seguramente seas el padre y madre más ocupado del mundo. Intenta hacer un ejercicio de reflexión para poder tener más tiempo para ti, para los tuyos, para tu cónyuge. Plantea el nuevo curso pensando qué tareas pueden hacer otros por ti. O de aquello que puedes prescindir o eso otro que deberías hacer. Ten en cuenta la ayuda que te brinda la tecnología. De esta manera, podrás dedicar tu tiempo a lo que realmente te importa. Con buen humor y con una visión realista y optimista de tu situación actual.