EL HIJO DESTRONADO

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Por Sonia Galán, docente de Infantil del colegio Adharaz-Altasierra (Sevilla).

La llegada de un hermano es un acontecimiento muy emocionante para toda la familia. Pero es un cambio que implica adaptación y no solo por parte de los padres, sino también por parte del hermano mayor. Será el que más afectado resulte porque es normal que perciba al nuevo miembro de la familia como un rival contra quien hay que luchar.

Lo primero que hay que hacer es normalizar la situación haciéndole entender que el bebé necesita que le cuidemos de manera especial, pero  no hace falta que le dediquemos todo el tiempo del mundo, sino que tenemos que acompasar nuestros ritmos con el resto de la familia.

Esto no es sencillo, pero como el bebé tiene unos ritmos muy marcados de alimentación y sueño podemos acoplar esos ritmos a los que nos demande el nuevo bebé. De forma que encontremos momentos de manera independiente como por ejemplo acompañarlo al colegio o ir de compras y, sobre todo, que sean ratos de juego.

Y es normal que aparezcan los celos, algunas conductas regresivas como hacerse pis, quitarle el chupete, no querer dormir en su habitación…. y son situaciones normales que indican que el niño está pidiendo su sitio. Lo más importante con la llegada de un hermano es que no se sienta excluido.  Tenemos que potenciar que participe en la crianza del hermano y no tener miedo a que lo cojan, que lo toquen, que nos ayuden. De esta manera se sentirán partícipes y descubriremos que desde muy pequeños todos podemos formar una familia.

5 tips para “pequeños hermanos mayores”

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  1. Anticipar lo que va a ocurrir:

Podemos enseñarles fotos y ropa de cuando ellos eran pequeños. Eso nos ayudará a reducir su incertidumbre y les facilitará la creación de una imagen mental de lo que va a ser. Podremos explicarles que al igual que ellos, el nuevo hermanito va a necesitar muchos cuidados y que todos podremos colaborar.

  1. Crear vínculos desde el principio:

Tendremos que tener algún momento en el día y dejar que nuestro pequeño se recueste sobre la tripa y hable con el bebé de lo que le apetezca. Y podemos animarle para que le haga algún dibujo. De esta manera, se sentirá que ya tiene una relación con el bebé que va a nacer.

  1.  Cuando llegue a casa:

El bebé puede «traerle» un regalo a su hermano mayor. Y tendremos especial cuidado en que las visitas le tengan en cuenta cuando acudan a conocer al bebé. Que no toda la atención recaiga sobre el recién nacido.

  1. El papel del matrimonio:

Con el nacimiento, es normal que la mamá dedique prácticamente todo su tiempo al nuevo bebé. Por ello, es importante que el matrimonio se ponga de acuerdo para no desatender al hermano mayor. Es el momento de tener tiempo exclusivo para el hermano mayor y  hacerle sentirse muy importante.

  1. El tiempo es oro:

Como el bebé necesita tener cubiertas sus necesidades básicas, podemos encontrar algún momento para compartir con el hermano mayor a solas. Podemos dejar que nos ayude  con las cosas del bebé, como a colocar la ropita, ponerle el babero, enseñarle sus peluches preferidos… Se irá creando un vínculo afectivo con su hermano, y le irá viendo como uno más de la familia y no como alguien que ha venido a quitarle su espacio.

Según la edad que tenga al  príncipe destronado le influirá de distinta manera:

  • Si son realmente pequeños apenas notarán la presencia y se adaptarán prácticamente sin esfuerzo a una situación normal, como se adaptan a tantas otras situaciones de su entorno.
  • Hacia los tres años, aproximadamente, el niño establece una relación causa-efecto entre la llegada del hermano y la pérdida de atención de sus padres. Se encuentra en una etapa egocéntrica que se caracteriza por el impulso de satisfacción inmediata de sus deseos.
  • A partir de los 6 o 7 años, momento en el que empieza a superar el egocentrismo, empieza a verle como una persona más.

5 tips para padres

  1. Dar buen ejemplo: Es bueno que entienda que su buen ejemplo es fundamental en la educación de sus hermanos más pequeños. Si no está de acuerdo con una decisión nuestra, siempre será mejor que nos lo comunique cuando ellos no estén delante.
  2. Intentar no cargar al mayor con excesivo trabajo en beneficio de sus hermanos pequeños: En casa todos tienen  que tener sus responsabilidades en función de su edad, incluidos los más pequeños, pero esto no quiere decir que tengamos que poner al mayor excesivas tareas.
  3. Procura valorar y elogiar a menudo la dedicación de nuestro hijo mayor con sus hermanos más pequeños: Nuestros agradecimientos serán el mejor incentivo. Además, el ver que sus padres se alegran cuando un hijo asume tareas, animará a los hermanos menores a involucrarse. Y ayudará a formarse un vínculo de confianza en la familia.
  4. Los encargos tienen que tener un límite: Para evitar todo tipo de discusiones, procuremos detallar con exactitud las responsabilidades que le corresponden a nuestro hijo mayor. De este modo no habrá enfados por su parte.
  5. Responsabilidades: A medida que los hijos pequeños van creciendo debemos procurar descargar a nuestro hijo mayor de responsabilidades. Porque de esta manera ayudaremos a no “quemar” al mayor y hacer madurar al segundo.

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