El desayuno: ese gran olvidado

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A pesar de que el desayuno es la comida más importante del día, muchas personas prescinden del mismo hoy en día.

No es necesario recordar la importancia que los especialistas conceden al desayuno, pero también es verdad que el desayuno hoy en día para muchos de los niños, según un estudio de la consultora PACm consiste en un vaso de leche (75%) o cacao (45%), junto a algún producto de bollería industrial (14%). Sin embargo, sólo el 11% de ellos toma alguna pieza de fruta.

Tras un período largo de tiempo sin ingerir alimentos, el cuerpo necesita energía para llevar a cabo las funciones diarias. Entre otras consecuencias, la falta de este aporte energético puede producir decaimiento, falta de concentración en clase o mal humor. Sin este aporte de energía por las mañanas, es fácil que se produzca en los estudiantes un bajón en el rendimiento escolar.

Desayuna con alegría

Los consejos básicos para un desayuno ideal son:

  • No desayunar nada más levantarse.
  • El desayuno debe ser un rito familiar.
  • La mesa ha de presentar una gran variedad de alimentos.
  • En caso de un desayuno ligero, la media mañana debe presentar un tentempié sustancioso: bocadillo, sandwich, piezas de fruta, etc.

El desayuno ideal

Debe aportar el 25% de las necesidades diarias de energía, del 30-40% de los requerimientos diarios de proteínas, hidratos de carbono, algo de fibra y poca grasa. Debe estar constituido, al menos, por:

  • LÁCTEOS: leche y/o yogurt. Contribuyen al aporte diario de calcio.
  • CEREALES: copos, pan, galletas, etc. son los encargados del aporte energético.
  • FRUTA: pieza o zumo. Satisfacen las necesidades de líquido del cuerpo y proporcionan un aporte adecuado de vitaminas y minerales.
  • Se puede incluir el aceite de oliva como fuente de energía y algún alimento rico en proteínas para reparar y mantener el cuerpo.

Una buena opción para el desayuno es preparar la bollería en casa. Tal vez sea más costoso que comprar bollería industrial, pero te aseguras de poder elegir y saber todos los ingredientes que llevan tus bollos, pudiendo seleccionar los más saludables. También te permite atender las necesidades específicas que puedan tener tus hijos, a nivel de intolerancias o dietas.


Artículo original publicado en el número 12 de la revista Signos por Mónica Arias y Francisco Collado.

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