Niños sándwich

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Cómo darles el sitio que merecen

Ni los primeros, ni los últimos. Los de en medio. Los medianos. Los llamados niños sándwich, de los que su reinado dura poco tiempo, cuando llega un tercero a la familia. Quizá no hayamos reparado en que su situación en el árbol genealógico familiar es lo que les lleva a comportarse de una determinada manera, o a querer llamar la atención en exceso. Vamos a darle su sitio y hagamos sentir a nuestros medianos como el jamón del sándwich. Sin él no habría ni bocata, ni cena. Ellos son nuestro queso. Quienes dan sabor  y color a nuestra familia.

El mediano. El que llegó mientras la mayor se hacía más mayor todavía, y a quien nos pareció ver crecer más rápido por la llegada del hermano pequeño.  El mediano corre el riesgo de ser el que menos atención reciba. El mayor, por ser el primero siempre tendrá su sitio y el pequeño, por ser el más consentido y por necesitar más de nuestra ayuda, puede que nos quiten tiempo material para estar con nuestro segundo hijo.

La mayor tuvo su primer cumpleños “social” a los tres años. Invitamos a toda la clase…Con el segundo uno aprende que con tres años es mejor celebrar el cumpleaños en familia y que con cuatro años, podremos invitar a unos cuantos amiguitos a una merienda familiar en casa. Con los primeros hijos se hacen cosas que ya no se hacen con los segundos. La experiencia es un grado y quizá, a veces, por ser demasiado prácticos podamos caer en situaciones que hagan perder protagonismo a nuestro hijo mediano.

Es en este momento donde los padres tendremos que ver más allá de ese acontecimiento en concreto, y llegar al origen de esas situaciones que se generan a diario. E intentar dar la vuelta al problema,  a través de dedicación y continuadas muestras de cariño.

Como padres podemos hacer un ejercicio de reflexión y ver, en el caso de que lo tengamos, si nuestro hijo mediano se comporta de una manera diferente, si nos pide más atención, o si tenemos que tratarle de una manera distinta  al resto. Puede que lo manifieste a través de las comidas, que no coma por sistema, que tenga excesivas rabietas al día, o cualquier otra conducta con la que sabe que llamará nuestra atención. Es en este momento donde los padres tendremos que ver más allá de ese acontecimiento en concreto, y llegar al origen de esas situaciones que se generan a diario. E intentar dar la vuelta al problema,  a través de dedicación y continuadas muestras de cariño.

Siempre hay un momento para hacer las cosas mejor, para rectificar, o para dar más tiempo exclusivo a nuestro hijo mediano. Puede ser una buena medida hablarlo entre los padres  y concretar varias acciones para que nuestro hijo se sienta único y querido, más allá de su condición y orden de llegada al mundo. Este simple hecho podrá cambiar esa conducta que parece inapropiada en nuestro hijo, o que aparentemente, no responde a razones. Quizá es que necesita más de nuestro cariño.

Reflexionemos antes de comenzar un plan exclusivo con nuestro hijo mediano

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Cada hijo es distinto

Hermanos y los mismos padres. Y qué distintos entre sí. Cada uno con su carácter, con su manera de ser. Los padres tienen que ser conscientes de esta realidad. Tienen que conocer a cada hijo como es. Con sus virtudes y defectos. Y quererles así, también con sus defectos. En la misma medida, pero con el afecto y la manera que cada uno requiera. En la medida que conozcamos a nuestro hijo y se sienta querido, esto hará que su orden de  llegada al mundo no sea condicionante.

Un tiempo para cada hijo

Es complicado destinar un tiempo distinto a cada miembro de la familia. Es difícil ya de por sí sacar tiempo exclusivo para la familia en general. Pero es lo más necesario y lo más importante de nuestras vidas. El trabajo, el estrés y los compromisos sociales y los quehaceres diarios pueden impedir que organicemos a priori un tiempo para cada hijo o para que el que lo necesita en un momento determinado. Pero vale la pena intentarlo.

Momentos exclusivos

Todos necesitamos sentirnos únicos  y queridos. Y más cuando somos pequeños Quizá nuestros hijos no son conscientes de esta necesidad, pero su conducta actúa casi por instinto. A veces será tan fácil como darnos un paseo con ese hijo que necesita hablar más sobre un tema determinado, o sentarnos a su lado, jugar juntos, hacer meriendas distintas, leerle un cuento, hacer un recado juntos…Cada uno que piense lo que necesita su familia.

Encargos para sentirse especial y único

No sólo para nuestros hijos medianos es esta reflexión. Para todos. Nuestros hijos se sentirán importantes si les damos responsabilidades y oportunidades de demostrar que son capaces de hacer cosas por sí mismos. Pensemos por edades pequeños encargos con los que pueden ofrecer un servicio a la familia y crecer en algún aspecto o virtud, además de aprender que son capaces de hacer lo que se propongan,

4 cosas que puedes hacer por tu hijo Sándwich en un solo día

Es muy difícil sacar tiempo para dedicarlo exclusivamente a cada hijo, pero con el paso del tiempo y con la experiencia, podemos adaptar lo acontecimientos diarios y convertirlos en oportunidades únicas.

  1. Puedes hacer que se sienta importante recogiendole antes del cole que a sus hermanos. Es un gesto muy sencillo, pero le puede hacer sentir muy importante decirle que es el primero porque nos tiene que ayudar a recoger a sus hermanos.
  2. Hacerle una comida especial. Puede ser la cena. Nos todos los días vamos a preparar su comida favorita o esas patatas fritas que te pide siempre. Pero el día que las hagamos, decirle que las hemos hecho por él. Porque es su día. Y su sonrisa será tan grande, que habrá merecido la pena freír esas patatas.
  3. Darle un encargo determinado con el que se sienta útil y sienta que hace un bien al resto de la familia y los hermanos. Por ejemplo, Alberto tiene tres años y es el encargado de apagar las luces después de la hora del baño. Es un pequeño gesto, que hasta en el tiempo es mínimo, pero que si lo interioriza lo asume como propio y como una responsabilidad.
  4. Ir con él solos a un cumpleaños o a cualquier otra actividad y aprovechar el trayecto para hablar de sus cosas, aunque sea muy pequeño. Se sentirá verdaderamente importante. Cuando se tienen tres hijos o más es complicado la logística de con quién se quedan los demás, pero si detectamos que nuestro hijo mediano está más apagado de lo normal o necesita exclusividad, es importante hacer un esfuerzo por realizar una actividad juntos y organizar el resto de logística familiar.  Sentirá que es el verdadero protagonista y seguro que el esfuerzo merecerá la pena.

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