El valor de la sonrisa
La educación de los hijos es quizá, la tarea más importante y apasionante que tengamos entre manos. Educar con alegría, con sentido del humor, y con una sonrisa es posible. Habrá momentos para la tristeza, para el enfado, incluso, en la calle, en casa o en el colegio. Pero como padres, nunca debemos olvidar el valor de nuestra sonrisa, de reír con los hijos, de reírnos de nosotros mismos, de quitar importancia a lo que verdaderamente no la tiene, y de tener en cuenta que somos su ejemplo constante durante las 24 horas del día.
En todas las facetas de la vida es necesario el sentido del humor. Saber reírse de uno mismo ayuda a contrarrestar los posibles dramas que se nos presentan día a día. Cuando va bien porque va bien. Pero también cuando va mal. Habrá que tomar aire, y tomar la situación con sentido del humor. Y también ante las cosas pequeñas. Ahí es donde nos jugamos el poder del ejemplo.
Ante una contrariedad material, nos ayuda a poner cada cosa en su sitio. Como el caso tan común en una casa como que se nos estropee la lavadora. Podemos entrar en pánico, pensando la que se nos avecina, o pensar posibles soluciones a corto plazo y hacer partícipes a los hijos. Podríamos llevarlos con nosotros a una lavandería por ejemplo, y que así vieran el trabajo, “a veces invisible”, que se hace y se genera cada día en el hogar. Podemos bromear con ellos el número de lavadoras que ponemos cada día, por ejemplo.
Puede parecer a simple vista un acontecimiento sin importancia, pero con el que estamos educando cada día a nuestros hijos. A no ser personas histéricas y que pierden el norte a la primera de cambio. Sino que nos tomamos la vida en su justa medida y que no hacemos dramas de cosas que no lo merecen.
Tomar las cosas con perspectiva
Pensemos cada uno en las situaciones que se nos presentan cada día, cómo hemos reaccionado, o cómo lo podríamos haber hecho mejor, desde el punto de vista del sentido del humor. Y eso, sin darnos cuenta, se lo estamos transmitiendo a nuestros hijos, con cada acontecimiento, con cada situación, con cada contrariedad, con cada cosa que ocurre en el hogar y en la propia familia.
El Papa Francisco destaca por muchas cosas. Y sin duda, una de ellas es su sentido del humor, cualidad y don que le hacen tan cercano a creyentes y no creyentes.. Él mismo dice: “El sentido del humor es una gracia que yo pido todos los días, y rezo esa hermosa oración: ‘Dame, Señor, el sentido del humor’; que yo sepa reír ante una broma. Es muy hermosa esa oración».
Puede ser muy constructivo y educativo ayudarles a entender que el verdadero peso de las cosas, a través de una sonrisa, una mirada, una broma, un chiste.
El Papa Francisco explica: «el sentido del humor te lleva, te hace ver lo provisional de la vida y tomar las cosas con un espíritu de alma redimida. Es una actitud humana, pero la más cercana a la gracia de Dios». Nos hace poner cada cosa en su lugar y nos ayuda a hacer más liviana la carga a los que tenemos a nuestro lado, haciéndoles la vida más agradable.
Así, si nuestros hijos se sienten contrariados por algún motivo, discuten entre ellos, hacen un mundo por algo verdaderamente insignificante, puede ser muy constructivo y educativo ayudarles a entender que el verdadero peso de las cosas, a través de una sonrisa, una mirada, una broma, un chiste. Habrá momentos que no sean para chiste ninguno, pero con sentido común y paciencia, podemos vislumbrar lo que toca en cada situación.
ACTIVIDADES PARA EDUCAR CON SENTIDO DEL HUMOR:
Por Carmen Herrera García Profesora de Educación Infantil y Primaria
1.Guerras de cosquillas
2. Batallas de almohadones.
3. Jugar al escondite dentro de casa.
4. Hacer ejercicio físico juntos.
5. Esperar a papá o a mamá escondidos por casa y darle un susto.
6. Ver juntos películas de risa.
7. Hacer comentarios divertidos manteniendo nuestra expresión seria.
8. Salir a pasear y a jugar.
9. Contar chistes.
10. Hacer preguntas aparentemente absurdas: ¿alguien quiere un helado de anchoas?
11. Vestirnos intencionadamente con una prenda al revés o con dos zapatos distintos.
12. Leer juntos cómics o libros divertidos.
13. Contar anécdotas de nuestra infancia.
14. Recordar las cosas divertidas que nuestros hijos hacían cuando eran bebés.
La risa es una de las expresiones que más beneficios aporta a la persona
Es la expresión de la alegría. Activa la producción de endorfinas, loa transmisores químicos que aportan al cerebro alivio y bienestar. Libera tensiones y provoca una respuesta emocional única orientada a la alegría y al bienestar. Aumenta la captación de oxígeno y crea un ambiente positivo y cordial, además de ayudarnos a poner los problemas en perspectiva.
La risa es sana
Reírse es saludable. Destacamos algunas de las ventajas aplicadas a la salud.
- Las carcajadas disminuyen el insomnio.
- Previene los infartos, ya que los espasmos que se producen en el diafragma fortalecen los pulmones y el corazón.
- Rejuvenece la piel porque tiene un efecto tonificante y antiarrugas.
- Al liberarse endorfinas, tiene un efecto analgésico.
- La carcajada hace vibrar la cabeza y se despejan la nariz y el oído.
- Reduce la presión arterial.
- Refuerza el sistema inmunológico.
- Facilita la digestión, al aumentar las contracciones de los músculos abdominales.
- Mejora la respiración.
En cuanto a los efectos a nivel psicológico, la risa elimina el estrés y alivia la depresión y la confianza en uno mismo. Combate miedos y fobias, así como la timidez, al facilitar la comunicación entre las personas, expresando emociones y favoreciendo la existencia de lazos afectivos. La risa alivia el sufrimiento, además de descargar tensiones, potenciando la creatividad y la imaginación.