4 razones para educar la paciencia

Serenidad, comprensión, fortaleza y optimismo. Cuatro razones para educar en la paciencia y una guía de autoevaluación con ideas para educar esta virtud.

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Serenidad, comprensión, fortaleza y optimismo.

Serenidad

La virtud de la paciencia nos hará considerar los sucesos con serenidad, evitando el activismo, con el fin de reflexionar lo que es importante en cada momento. (El activismo no permite ser paciente, ya que se quieren los resultados para mañana, y si no, para pasado mañana).

Comprensión

De personas pacientes, nacerá el deseo de comprender a los demás, para ayudarles de la mejor manera posible. Hace falta comprender a los demás, aunque no se vean los resultados positivos en ellos en un primer momento. Y esto se consigue gracias a la paciencia.

Fortaleza

Para la llegada de las cosas buenas y para superar las dificultades, no hay más remedio que pasar molestias, dolor, sufrimientos. Esto hará personas recias y fuertes, que aceptan este sufrimiento con serenidad.

Optimismo

La persona paciente sabe esperar y sobrellevar las situaciones con calma, manteniendo una actitud alegre.

Guía de autoevaluación: ¿Sé educar a mis hijos en la paciencia?

¿Habitualmente doy ejemplo de serenidad y paz interior a mis hijos?

El contagio educativo es muy grande. Y el hecho de mostrar la paciencia propia seguramente influye de una manera muy especial en los niños.

¿Exijo a los pequeños para que aprendan a superar un capricho, a esperar la llegada de algo grato?

Con los pequeños, los problemas de vivir la paciencia radican en su falta de voluntad. No obstante, conviene que aprendan a esperar un poco antes de recibir algo, o no tener satisfecho cada capricho inmediatamente.

¿Sé escuchar a cada uno de mis hijos cuando me necesitan, en cualquier situación, aunque parezca que no tiene importancia lo que me están contando?

Desde la escucha serena a cada hijo, podremos comprenderles mejor, y por tanto, exigirles la paciencia que puedan ejercitar en cada momento.

¿Ayudo a los hijos a comprender las necesidades de las personas que son más cercanas?

Es más fácil que los niños capten las necesidades de sus abuelos, de un hermano pequeño, que de los demás en general.

¿Apoyo a mis hijos preadolescentes en todo lo posible cuando la situación requiere de una paciencia que todavía no han adquirido?

Ejemplos de esto son una enfermedad, cuando no superan los exámenes aun habiendo puesto esfuerzo, o al perder alguna posesión de valor para ellos.

¿Me esfuerzo por lograr que los pequeños  se interesen por actividades gratas que requieren algún grado de paciencia?

Por ejemplo, a pescar, aprender a tocar un instrumento, usar un ordenador, colecciones, etc.

¿Intento lograr que los hijos adolescentes se acostumbren a estar con serenidad y sin ruido?

Salidas al campo, a la montaña, o al mar pueden ser beneficiosas en este sentido.

¿Informo a los jóvenes, con el fin de que vayan captando progresivamente el sentido de la paciencia en cada situación?

Al dar la información, conviene no abusar de razonamientos, sino informar de la manera más concreta y clara posible.

¿Procuro introducir a los jóvenes en actividades que requieren paciencia, pero que también son gratas?

Son actividades que requieren un cierto tiempo para su desarrollo, en el que hay que soportar algunas molestias para realizarlas, y en que es necesario dominar algunas pasiones.

¿Trato conseguir que los jóvenes tengan pasiones fuertes, pero dominadas por la voluntad y que no caigan en la indiferencia?

Existen tal cantidad de situaciones exageradas en la sociedad moderna que es fácil llegar a la indiferencia para no sufrir.

¿Ayudo a los jóvenes a profundizar en los motivos para ser pacientes?

Sobre todo será con el fin de permitir la mejora propia y ajena.

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