Más allá de lo que viene en los libros

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La educación evoluciona cada día: nuevos proyectos, nuevas formas de llegar a los alumnos, nuevas herramientas… pero hay algo que no cambia: los docentes no enseñan solo con lo que sale por su boca sino con su actitud y con cada pequeño gesto.
Para lo bueno y para lo malo, los alumnos aprenden de todo lo que ven: si sus docentes son ecuánimes, ordenados, alegres, pacientes, detallistas, cariñosos… van dejando en los alumnos la huella del ejemplo y eso muchas veces vale más que aprender a hacer derivadas. De ahí la gran responsabilidad de los que ejercen esta profesión. Nunca valoraremos lo suficiente la figura del docente y su influencia en el futuro de la sociedad.
En el siguiente vídeo hemos recogido el testimonio de varios docentes que han reflexionado sobre lo que hace falta para ser un buen profesor.

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