El arte de educar en la obediencia

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En el marco de los Cafés Educativos de Adharaz-Altasierra, la profesora de PEP 1, Miss Pilar Viñuales, compartió su visión sobre “El arte de educar en la obediencia”. Durante la sesión, se abordaron herramientas prácticas y reflexiones que invitan a los padres a trabajar este valor fundamental en la educación de los niños.

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Pero ¿qué es la obediencia?

Según explicó la docente, “la obediencia consiste en aceptar y realizar con prontitud e interés las decisiones de quien tiene autoridad”. Este concepto fue el punto de partida para destacar cómo se construye el respeto hacia las normas desde la empatía, el diálogo y el ejemplo.

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Pilares básicos de la obediencia:

A lo largo de la sesión, la profesora resaltó tres puntos fundamentales para fomentar la obediencia en los niños:

1. Escuchar a los demás.

2. Tener en cuenta a otras personas.

3. No ser egocéntricos.

Estos pilares permiten que los pequeños comprendan la importancia de formar parte de una comunidad y respetar a los demás.

Tipos de autoridad en la familia

Permisivo: cuando los padres no establecen límites claros.

Autoritario: se caracteriza por la imposición sin espacio para el diálogo.

Participativo: la mejor opción, donde padres e hijos construyen normas en conjunto.

Consejos prácticos para trabajar la obediencia en casa:

Para cerrar, la docente compartió una serie de estrategias prácticas:

1. Coherencia y constancia: Es esencial que las reglas y las consecuencias sean claras y consistentes.

2. No mandar varias cosas a la vez: “Sé concreto”, explicó, para evitar que los niños se sientan confundidos o desbordados.

3. Reforzar el comportamiento positivo: Premiar las acciones correctas ayuda a consolidar hábitos.

4. Establecer rutinas: Esto genera seguridad en los niños y favorece su autonomía.

5. No repetir órdenes: Mantener la calma y dar indicaciones claras enseña respeto mutuo.

6. Ser modelos de comportamiento: Los padres son el espejo donde los niños se miran.

7. El valor del perdón: Pedir perdón también enseña humildad y fortalece la relación.

8. Tiempo de calidad y cariño: “Los niños necesitan presencia más que regalos”, concluyó.

La sesión dejó un mensaje claro: educar en la obediencia no es sencillo, pero es un arte que, trabajado con constancia y amor, asegura el crecimiento integral de los niños y fomenta un ambiente familiar armonioso.

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