Una alumna de Altaduna-Saladares, becada para estudiar un año en Canadá

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Mónica Reche Ojeda, alumna de 4º ESO del colegio Altaduna-Saladares, es una de las jóvenes españolas que ha logrado una beca de la fundación Amancio Ortega para cursar el próximo curso en el extranjero. En concreto, esta joven de 15 años estudiará en un instituto de Canadá, tras superar las distintas fases de un riguroso proceso de selección al que se llegaron a presentar hasta 10.000 estudiantes de toda España. 
Un logro por el que ha sido felicitada por los directores del colegio, Gabriela Roldán y Jaime Díaz. “Estamos muy orgullosos de que nuevamente una alumna nuestra sea elegida por su valía y formación para una beca de este tipo, en un momento clave de su educación, que le hará vivir una gran experiencia de la que nos vamos a beneficiar toda la comunidad educativa de Altaduna-Saladares”, afirma Gabriela Roldán. 
Tal como la alumna Mónica Reche explica, para acceder a estas becas, los aspirantes tenían que presentar una nota media mínima de 7 en 3º de ESO así como un 8 en la asignatura de inglés, además de presentar la renta familiar. Mónica decidió enviar su solicitud tras conocer la existencia de esta ayuda a través de una compañera de un curso superior. 
“Tuvimos que ir a Málaga a hacer una prueba y después una entrevista por Skype que incluía una parte en inglés”, cuenta la alumna. Gracias a la formación bilingüe, y también la educación en valores y habilidades comunicativas que la alumna ha recibido desde muy pequeña en el colegio Altaduna-Saladares, superó ambas fases sin problemas.
Tras este primer proceso selectivo, quedó una lista de 1.800 aspirantes que tuvieron que enfrentarse a una entrevista personal, de los que solo 600 consiguieron finalmente su objetivo.
Mónica supo que era una de las escogidas estando en clase en el colegio Altaduna-Saladares. “Nos habían dicho que el día 29 de enero a las 13 horas se publicarían las listas, así que pregunté a la profesora si me permitía consultarlo y así lo hice, acompañada por mi profesora y por todas las compañeras de clase”, cuenta la estudiante. 
La alegría pudo así ser compartida por todas, antes de que Mónica llamara a sus padres a darles la buena noticia, que la recibieron con mucha emoción. “Se han puesto a investigar todos los detalles de la beca y de dónde estudiaré”, comenta Mónica. Sobre los consejos que le han dado y los preparativos para su viaje, la joven destaca un aspecto: “Tengo que comprarme mucha ropa de abrigo”.
La mitad de los estudiantes que acceden a una de estas becas se instalarán en Canadá, tal como es el caso de Mónica, y los otros trescientos elegidos, en diferentes puntos de Estados Unidos.
Tal como señala la propia fundación, las becas Amancio Ortega se han convertido ya en una referencia y una ilusión para miles de estudiantes de la ESO que aspiran a una estancia en América del Norte para mejorar su nivel de inglés y acceder a un sistema educativo distinto durante un curso, en un momento clave de su educación.
La Fundación Amancio Ortega correrá con el cien por cien de los gastos generados durante el curso escolar en los países a los que sean destinados estos jóvenes estudiantes, así como el alojamiento y la manutención en el seno de una familia local. La beca incluye asimismo los gastos de viaje, un seguro médico y de accidentes y el seguimiento durante los diez meses que los becarios permanezcan en el extranjero. También recibirán los estudiantes una asignación mensual para pequeños gastos. Por último, la fundación tiene previsto también la organización de unas sesiones de formación con los becarios y sus familias para facilitar la adaptación de los jóvenes a sus nuevos entornos.
Este programa tiene un coste anual que se sitúa por encima de los doce millones de euros. Desde su creación, más de 3.500 estudiantes han podido beneficiarse de estas becas
 

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