¿En guardería o en casa? Este es uno de los dilemas que se plantean las familias cuando van a tener un bebé o acaba de nacer. Partiendo de la premisa de que cada familia y cada hijo es único e irrepetible, todos deben enfrentarse a esta decisión valorando las opciones que tienen a su alcance.
La conciliación familia-trabajo es una de las cuestiones que aún no se han conseguido y la escasez de la duración de las bajas de maternidad y paternidad unidas a las extensas jornadas laborales de padres y madres, dan lugar a que las familias tengan que plantearse qué hacer con su bebé cuando se incorporan a su puesto de trabajo.
Como padres, primerizos o no, lo que más nos preocupa sin duda es que nuestro hijo esté bien cuidado y atendido. Que mantenga sus rutinas, que coma sano y bien, que esté limpito y aseado, y que su desarrollo sea conforme a su edad.
Los abuelos, para quienes los tienen cerca y cuentan con su ayuda, son una opción recurrente. Lo que ocurre es que muchas veces la edad de los abuelos puede ser un impedimento para darles la responsabilidad de cuidar a los niños de lunes a viernes durante largas jornadas.
Contratar a una persona para cuidarlos en casa puede ser otra opción. Pero no siempre conocemos a alguien de confianza que esté dispuesto a dedicarle todo su tiempo a nuestro bebé. A veces, no es compatible si se está opositando, estudiando la carrera, pendiente de las tareas de las casa, la compra… y nuestro niño va a estar viendo la tele todo el día mientras la persona que se ocupa de él hace de todo menos cuidar.
La opción guardería hoy en día es una de las más elegidas y acertadas. Al fin y al cabo, lo que hacemos es dejar en manos de profesionales, a nuestros pequeños tesoros. Por eso, la cuestión está más que en decidir si guardería sí o no, en qué guardería elegir.
Debemos decantarnos por un centro infantil que nos ofrezca confianza. Con personal altamente cualificado, cariñoso y responsable con quien estemos seguros que nuestro hijo estará feliz. Debe de tener instalaciones adaptadas a los niños, con seguridad, espacios al aire libre, mucha luz, material adaptado, y sobre todo en el que se respire tranquilidad, limpieza y orden.
Fundamental: la alimentación. Es importante que el menú sea diseñado por un nutricionista. Elaborado con productos de buena calidad y cocinado tradicionalmente. Lo que viene siendo “comida casera de toda la vida”. Para los más bebés es importante que puedan seguir el horario de biberones o papillas que requieren e ir introduciendo los alimentos siguiendo las instrucciones de cada pediatra.
Respetar el descanso en los más pequeños es imprescindible. Deben seguir siempre una rutina en las horas de sueño. Durmiendo siempre en una misma camita o cuna con su ropa de cama limpia y cuidada. Como en casa.
La higiene en los bebés es muy importante. El cambio asiduo de pañal, la aplicación de cremitas para el buen cuidado de su piel no se puede descuidar en ningún momento. Así como el cambio de ropa cada vez que sea necesario.
Además de todo esto, un centro infantil debe de contar con un horario de actividad en la que los niños lleven a cabo un aprendizaje que alcance su faceta cognitiva, sensorial y desarrollo psicomotor.
En Attendis Preschool
Sabemos lo importante que es que tu bebé se sienta como en casa. Nuestros especialistas en Educación Infantil les proporcionan cariño y la atención que necesitan para desplegar su potencial intelectual y emocional de forma equilibrada.
Aunando la experiencia de 50 años y con la investigación pedagógica más contrastada, Attendis ha diseñado un proyecto con 8 Espacios Activos de Aprendizaje: un entorno pensado para que los más pequeños desarrollen su talento a través del juego y la interacción con sus compañeros.
Durante los 3 primeros años de vida se construye la raíz sobre la que se sustenta el desarrollo integral del ser humano. Junto con la adquisición de los cuatros hábitos básicos: alimentación, sueño, higiene y orden; se produce el desarrollo neuro-senso-psicomotriz que potencia las funciones físicas, cognitivas, emocionales y afectivas que irán definiendo las capacidades del niño en edades posteriores.