Entrenarse en casa, en horario habitual y en familia
¡Cuánto echo de menos jugar al ping pong en el cole!
Las alumnas de 8º y 9º PEP de Las Chapas se conectan desde sus hogares con el uniforme de deporte, ellas siguen desarrollando sus hábitos deportivos a modo individual y colectivo, con total sentido crítico, con espíritu emprendedor y con una alta dosis de iniciativa personal. Ellas no dejan de experimentar con sentido y responsabilidad sus tareas o proyectos durante el confinamiento, y como expertas en reciclaje, saben lo que se genera en casa con los residuos, tanto sí es reciclando, como también reutilizando, hasta el punto de que pueden crear materiales alternativos y didácticos en sus tareas escolares.
Con este proyecto deportivo en casa, las alumnas han diseñado sus propias palas de ping pong, las que han realizado con mucha ilusión, y es que eran muchas las alumnas que decían ¡cuánto echo de menos jugar al ping pong en el cole! comenta la seño Yolanda de Educación Física.
Por lo que se han puesto manos a la obra con un trozo de cartón reciclado, usando un plato para darle forma circular, insertando un elástico o cinta de color, y listo, han reciclado algunas de las cajas que tenían por casa, creando con este material una pala deportiva, diseñado con creatividad, porque las han personalizado, pintándolas y decorándolas a su gusto.
El tenis de mesa es considerado deporte olímpico desde 1988, practicar este deporte les aporta muchos beneficios, como la mejora de la velocidad, de la reacción, la concentración así como la memoria, además favorece el equilibrio, les ayuda al tono muscular y la coordinación óculo-manual. Nuestras alumnas disfrutaron tanto de esta actividad que decidieron crear otra pala para jugar con sus padres o hermanos, y así poder amenizar un poco este confinamiento, que esperamos acabe muy pronto, ¡para poder volver a jugar entre compañeras y abrazar al ganador!
¡Mucho movimiento en confinamiento!
Para el profesor Jorge R. Marín, su principal preocupación de la asignatura fué cuando empezó el confinamiento, y con ello la falta de practicar el ejercicio físico de los alumnos, era imposible hacerlo en las instalaciones y pistas de ECOS, y pensó que teníamos que adaptarnos y hacerlo desde casa, con las dificultades que conlleva.
Desde el primer día se proporcionó a los alumnos todos los recursos necesarios para motivarlos a seguir haciendo actividad física, el confinamiento provocaría un sedentarismo obligado, y para luchar contra estos efectos negativos y conseguir minimizarlos, «NOS TENÍAMOS QUE MOVER».
Así han sido todas estas semanas, el ritmo no ha parado, Don Jorge, envía cada semana “un circuito de acondicionamiento físico” con una rutina de trabajo que pueden incluso compartirlo también con su familia, y después ellos le envían de vuelta el circuito trabajado en casa, con videos de como lo van haciéndolo, pudiendo luego corregir posturas, aunque lo más importante es poder ver el resultado en la salud física y mental del alumno.
Las características que tienen estos circuitos de acondicionamiento muscular, es que sin necesidad de apenas espacio, sin usar pesas, barras, mancuernas y otros aparatos, se pueden hacer ejercicios de autocarga en casa (la resistencia del peso de nuestro propio cuerpo) y utilizando otros pesos adicionales que tengamos en el hogar (botellas, garrafas de agua o de aceite, maletines, mochilas con libros etc.).
Con estos circuitos se ha conseguido que los alumnos de los cursos de la ESO y 1º de Bachillerato estén activos, aunque cada uno de ellos tengan un reto personal. También es importante las charlas semanales por videoconferencias, donde se van intercambiando experiencias, ellos van aprendiendo contenido teórico sobre los temas de Anatomía y Sistemática del Movimiento, comprenden mejor su cuerpo, y cómo se mueven nuestras articulaciones, para la mejor utilización de un lenguaje y terminología adecuada, saber analizar los movimientos de cualquier tipo, prevenir lesiones y determinar cómo se ha producido un gesto, la articulación y musculatura implicada.